La soleá en el flamenco sobresale como palo del flamenco debido a su importancia y valor artístico. A pesar de no ser el palo más antiguo, es considerado el corazón de este arte, ya que combina de manera incomparable las melodías, ritmos y armonías de la estética flamenca.
Podemos decir que la soleá en el flamenco se considera como el cante jondo por excelencia. Su estructura musical es la base de los rasgos principales de este arte y se considera un estilo fundamental en la preservación del compás original. Esta combinación de un 6/8 y un 3/4, es uno de los géneros más apreciados y bailados en los tablaos flamencos de todo el mundo.
¿Qué es la soleá en el flamenco?
La soleá en el flamenco tiene sus raíces en el jaleo, que surgió en el siglo XIX como una combinación de la jota, el fandango y la seguiriya, que son cantes típicos del sur de Andalucía. Durante este siglo se produjo una evolución musical hacia una mayor influencia gitana, lo que dio lugar al surgimiento de este estilo flamenco.
El compás de las soleás más antiguas es más ligero. Los jaleos junto con el polo y la caña parecen haber sido los precursores de este género, que alcanzó su auge durante la época dorada de los antiguos cafés cantantes, precursor del tablao flamenco.
Tipos de soleá en el flamenco más importantes
Dado que el flamenco es un arte popular, existen varias variedades de soleá que, a menudo, presentan diferencias sutiles para aquellos que no son expertos en la materia. A continuación, se mencionan algunos de los tipos de soleá más relevantes.
Soleá de Triana
Se considera que la variante más importante de la soleá en el flamenco es la que se originó en Sevilla en el barrio de Triana. Aunque se cree que la soleá nació en Cádiz, fue en Triana donde alcanzó su máxima expresión gracias a La Andonda. Los expertos en la materia distinguen dos tipos o vertientes dentro de las soleás de Triana: la puramente gitana, que surgió al principio, y las apolás, que son más andaluzas que gitanas y se denominan así porque originalmente se utilizaban para concluir un polo.
Soleá en el flamenco de Cádiz
La soleá en el flamenco se considera el lugar de origen de este palo y se encuentra en segundo lugar, después de Triana, en cuanto a la cantidad de estilos clasificados, con un total de 17. Tres de esos estilos se atribuyen a Enrique el Mellizo, el cantaor gaditano más destacado, mientras que otros cuatro corresponden a Paquirri el Guanté. Ambos son las dos figuras más importantes de este palo en la provincia de Cádiz.
Soleá de Jerez
Según los especialistas, aunque la soleá en el flamenco de Jerez no es la más antigua ni la más destacada, sí es considerada como la síntesis de este palo, ya que incorpora todas las características del cante y las condensa en una sola, dándole un papel protagonista a la música por encima de la letra.
Soleá en el flamenco de Alcalá
Esta es una variante más lenta y solemne del palo, que fue creada por Joaquín el de la Paula, un cantaor sevillano de Alcalá de Guadaira que ganó fama y que había sido soldado en la Guerra de Cuba.
Soleá de Utrera
Esta es una variante de la soleá en el flamenco de Jerez que se desarrolló en la ciudad de Jerez y fue popularizada por la cantante Fernanda Jiménez Peña, también conocida como Fernanda de Utrera.
Soleá en el flamenco de Córdoba
Para identificar la soleá de Córdoba, es necesario prestar atención a los detalles que la hacen diferente de otras variantes. En particular, las letras son consideradas por muchos como ejemplares y filosóficas y están llenas de la sabiduría propia de la región de Córdoba. Además, la melodía también presenta diferencias notables, como el uso de melismas, una longitud mayor y la ausencia de la técnica del ligado, lo que resulta en una composición única.
Soleá apolá
La soleá apolá es una variante andaluza de la soleá en el flamenco de Triana, que se utilizaba para finalizar el polo, uno de los palos más antiguos del flamenco. El nombre de «apolá» se refiere a la vertiente más auténtica y propia de Andalucía. El cantaor Tóbalo de Ronda fue quien popularizó este palo flamenco.
Soleá en el flamenco de Lebrija
La soleá de Lebrija, que tuvo como representante más destacado al cantaor El Lebrijano, es otra variante de la soleá en el flamenco de Triana. Juaniquin de Lebrija también es un cantaor de renombre que ha llevado este palo flamenco a la excelencia.
4 artistas de soleá en el flamenco que debes conocer
A lo largo de la historia han existido numerosos artistas que han llevado la soleá en el flamenco a su máxima expresión y a continuación vamos a ver los principales.
La Niña de los Peines
Pastora Pavón Cruz, también conocida como La Niña de los Peines, fue una destacada intérprete del cante flamenco gitano y andaluz, considerada una de las más importantes de todos los tiempos. Nació el 10 de febrero de 1890 en Puerta Osario, un barrio de Sevilla, y falleció el 26 de noviembre de 1969 en la calle Calatrava de la misma ciudad. Durante su carrera, Pastora Pavón Cruz se relacionó con figuras destacadas de la cultura española como Manuel de Falla, Federico García Lorca y La Argentinita, entre otros.
La artista proviene de una familia de cantaores y debutó a los trece años en el Café del Brillante en Madrid, donde inició su trayectoria como cantaora. El nombre artístico de La Niña de los Peines se deriva de una canción que solía interpretar. En 1922, Pastora fue seleccionada por Manuel de Falla y Zuloaga para formar parte del jurado en el Concurso de Cante Jondo, que tuvo lugar en la Plaza de los Aljibes de Granada. Durante este período conoció a Federico García Lorca en la casa de La Argentinita. En los años cuarenta, Pastora Pavón popularizó un cante que ella misma denominó «Lorqueñas«, posiblemente inspirado en el poeta granadino o como un homenaje a su memoria. Durante la Guerra Civil, Pastora se refugió en Madrid con su pareja, José Torres Garzón, conocido como Pepe Pinto. Al final de la contienda, se unió a la compañía de Concha Piquer. A pesar de su éxito en Sevilla, Pastora Pavón Cruz no logró atraer al público en otras ciudades.
Aurelio Sellés, uno de los artistas de soleá en el flamenco más destacados
Aurelio Selles Nondedeu, un cantaor payo de Cádiz, es más conocido en la historia del cante flamenco por su nombre artístico, Aurelio Selles. Fue el único representante de la escuela gaditana de los cantes de Cádiz y nació en 1887 y murió en 1974. También se le conocía como El Tuerto Aurelio o Aurelio de Cádiz. Era un cantaor de soleá en el flamenco con una gran aristocracia flamenca y un conocimiento perfecto de los estilos de Enrique el Mellizo, lo que le permitió dar su propia versión única. Aurelio Selles viajó por España y otros países en 1925 y 1926 y en 1965 la Cátedra de Flamencología y Estudios Folklóricos Andaluces le otorgó el Premio Nacional del Cante. Como cantaor gaditano, Aurelio Selles dejó una huella indeleble en la historia del cante flamenco con la más pura Escuela de los cantes de Cádiz.
La Paquera de Jerez
La cantaora gitana Francisca Méndez Garrido, conocida en el mundo del cante flamenco como La Paquera de Jerez, nació en 1934 en el barrio de San Miguel de Jerez de la Frontera en Cádiz y falleció en esa misma ciudad en abril de 2004. La Paquera de Jerez recibió muchos premios y galardones a lo largo de su carrera artística y era sobrina de El Pili, hermana de Alonso y Margarita Méndez y tía de Las Paqueras. Comenzó su carrera en las fiestas íntimas de su ciudad natal y grabó su primer disco en los años cincuenta, obteniendo una gran popularidad. Se la considera una de las artistas más brillantes que ha dado Jerez y compartió escenario con Lola Flores en varias ocasiones.
El Morcilla, otro de los artistas de soleá en el flamenco más destacados
José Enrique Jiménez Espeleta, conocido en la historia del cante flamenco como El Morcilla, fue un cantaor gitano de la más pura escuela del flamenco. Nació en Cádiz en 1877 y contaba con una voz clara y poderosa, con un estilo impecable y sus recursos técnicos y expresivos de primera clase. Aunque no fue un creador, sus cantes gozaban de improvisaciones. El Morcilla actuó en fiestas y cafés cantantes de Cádiz, Madrid y Sevilla, compartiendo escenario con otros grandes cantaores como Manuel Torre o La Niña de los Peines. Su repertorio incluía seguiriyas, soleás en el flamenco, saetas gitanas y malagueñas dobles, siendo estas últimas consideradas como una de sus especialidades más destacadas. El Morcilla falleció en su ciudad natal de Cádiz en 1929, dejando un legado importante en la historia del cante flamenco.
Ahora que ya lo sabes todo acerca de la soleá en el flamenco, si quieres disfrutar de este palo del en estado puro, desde Flamenco Online contamos con una selección de los mejores tablaos en las principales ciudades de España. Contacta con nosotros si quieres recibir más información.
Colaborador Oficial de FLAMENCONLINE.com